Claro que podemos definir qué son los gatillos mentales, aunque en este caso resulta bastante literal y, si le quitamos lo perverso que puede sonar, podemos usarlos en nuestro favor. 

Se trata de estímulos psicológicos que influyen en las decisiones y comportamientos de las personas y, tanto en contextos de marketing como de comunicación ―no, no son lo mismo―, los solemos usar para persuadir a las personas de realizar alguna acción (comprar un producto, suscribirse a un servicio,  compartir información, ir a algún lugar, etc).

Teniendo siempre presente que cada publicación, en cualquier red, en cualquier formato, es una oportunidad de contar una historia, te invitamos a que lo hagas conociendo y utilizando las mejores herramientas.

Hablamos del storytelling, hablamos de empatía, hablamos de emoción, de todos los sentimientos que puedes generar en tu comunidad a partir de cada una de las historias que publiques.

Queremos compartirte algunos de los gatillos mentales utilizados con mayor frecuencia para que tengas más herramientas a la hora de comunicar tus servicios.

¿Qué son los gatillos mentales y cómo podemos usarlos a nuestro favor?

Escasez: la escasez juega con el miedo a perderse algo (FOMO, por sus siglas en inglés). Las personas tienden a valorar más lo que es limitado o raro. Ejemplo: “¡Solo quedan 5 unidades en stock!” o “Oferta válida hasta agotar existencias.”

Urgencia: la urgencia motiva a las personas a actuar rápidamente para evitar perder una oportunidad. Ejemplo: “Oferta limitada por 24 horas” o “Descuento exclusivo solo hoy.”

Prueba Social: La gente tiende a seguir las acciones y opiniones de los demás, especialmente si están indecisos. Ejemplo: “Más de 10000 clientes satisfechos” o “Este producto es el más vendido en nuestra tienda.”

Autoridad: Las personas confían y siguen a figuras de autoridad y expertos. Ejemplo: “Recomendado por expertos en salud” o “Aprobado por chefs profesionales.”

Compromiso y Coherencia: Una vez que las personas se comprometen con algo, tienden a ser coherentes con ese compromiso. Ejemplo: “Suscríbete a nuestra newsletter y recibe un 10% de descuento en tu primera compra” (invita al compromiso inicial para luego fomentar la coherencia).

Reciprocidad: Las personas se sienten obligadas a devolver favores o actos de bondad. Ejemplo: “Descarga nuestro ebook gratuito” o “Prueba gratuita de 30 días.”

Afinidad: Las personas prefieren comprar marcas que les agradan y con las que se identifican. Ejemplo: “Únete a nuestra comunidad de entusiastas del fitness” o “Nuestra empresa familiar te trata como parte de la familia.”

Novedad: Las novedades y cosas nuevas atraen a las personas. Ejemplo: “Descubre nuestro nuevo lanzamiento” o “Sé el primero en probar nuestro nuevo producto.”

Historias: Las historias son poderosas para conectar emocionalmente y hacer que la audiencia se relacione con el mensaje. Ejemplo: “Conoce cómo nuestro producto cambió la vida de María” o “La historia detrás de nuestro éxito.”

Exclusividad: La exclusividad hace que las personas se sientan especiales y privilegiadas. Ejemplo: “Acceso exclusivo para miembros” o “Únete a nuestro club VIP.”

¿Cómo usarlos?
Piensa en tu planificación, en los contenidos que crearás en función de los objetivos SMART que hayas definido para el período en cuestión. Una vez los tengas claros, piensa si es posible narrarlos de otra manera, darles una vuelta que te permita utilizar este tipo de recursos. Sí, la hay, siempre la hay.

Como todo, al principio cuesta más, pero llegará un momento, más temprano que tarde, en que dominarás esta técnica sin dificultad.

A la hora de definir tus contenidos es clave pensar qué le estás aportando a tu comunidad, que punto de dolor estás atacando, qué problema estás resolviendo. Pero también te servirá utilizar alguna de estas herramientas a la hora de narrarlo.

¿Te animas a probarlos en tu comunicación?